De todas las cientos paradojas que afligen a México en sus
asuntos económicos (México tiene grandes corporaciones con liderazgo global
junto a un inmenso tejido empresarial medio y pequeño de gran fragilidad;
segmentos de población que viven y consumen como en cualquier país
industrializado y avanzado junto a mucha capas de miseria y la gran exclusión
social; también cuenta con enormes desigualdades en ingresos y rentas), la de la
principal empresa Mexicana la petrolera nacional Pemex es probablemente la más
legendaria en estos casos. Y la más cruel de todas, para el grupo inmenso de mexicanos
que son conscientes de las oportunidades perdidas que tuvo y tiene su país.
Durante 6, 12 o 24 años el país mantuvo una discusión
plagada de prejuicios nacionalistas que impidió cualquier reforma en
profundidad de la empresa estatal Pemex, su producción en declive a la vista de
todos, que ha entrado en pérdidas y que hoy día se encuentra carente de los
recursos y la tecnología necesaria para extraer petróleo de yacimientos cuya
creciente dificultad en el acceso amenazan con su estrangulamiento por tantas
escasa inversiones directas que a tenido la misma.
La cuestionada reforma constitucional aprobada el año pasado
bajo impulso de Peña Nieto pone fin a esta situación, permitirá la entrada de
capital extranjero y se espera no sólo que atraiga el dinero suficiente para
que Pemex pueda seguir desempeñándose como una gran petrolera con aspiraciones internacionales
(jamás ha dejado de serlo, con más o con menos recursos), sino que desate un
ciclo virtuoso de crecimiento que, junto con el resto de transformaciones
permita a México crecer a ese 5% o el 6% al final del actual sexenio
presidencial dijo el mismo, la cifra mágica que permitirá paliar los peores
rezagos del desarrollo social en el país.
También invitamos a que ustedes visite nuestro nuevo perfil en https://www.mapmyrun.com/profile/45674181/ atentamente
0 comentarios:
Publicar un comentario